El violoncello es un instrumento musical de cuerda frotada, perteneciente a la familia del violín. En el seno de esta familia de instrumentos de orquesta, por su tamaño y su registro, el violonchelo ocupa un lugar situado entre la viola y el contrabajo. Es uno de los instrumentos básicos y fundamentales de la orquesta dentro del grupo de las cuerdas, realizando normalmente las partes graves, aunque su versatilidad también permite a los intrumentistas que lo tocan interpretar partes melódicas. Tradicionalmente está considerado como uno de los instrumentos de cuerda que más se parecen a la voz humana.
A lo largo de la historia de la música se han compuesto muchas obras para violonchelo debido a su gran importancia dentro del panorama musical al ser éste un instrumento básico en muchas formaciones instrumentales (sobre todo en cuartetos).
En cuanto a sus características físicas, las partes que componen un violonchelo son prácticamente las mismas que las del resto de la familia del violín, clasificados dentro de los instrumentos de cuerda frotada.